La Cima es una parte del Recorrido |
Hay una gran noticia que comentábamos con los alumnos de Cuarto Medio: que a contar del 2014 la Prueba de Selección Universitaria no descontará puntaje por respuestas equivocadas. A varios les alegró, pero lamentaban que fuera dentro de un año más, y que a ellos les tocará la "angustia" de pensar que se han equivocado en responder y que, eso puede incidir en que no les "alcance" el puntaje para lo que quieren estudiar. Yo les comenté: "Ustedes tienen una gran ventaja", y me miraron extrañados.
Les expliqué mi respuesta con el siguiente concepto: El ascenso y descenso de la montaña. Cuando nos preparamos para subir a una montaña, no es llegar y tener ganas; requiere de toda una preparación, qué ruta seguir, cuál es la ropa que vas a llevar, el equipo que vas a emplear (junto con que todo esté en buen estado), el alimento y el tiempo que vas a dedicar para llegar a la cumbre de la montaña. Algo que parece obvio; pero los que hemos practicado montañismo sabemos, que lo más difícil no es subir, sino que el descenso es la parte más crucial de todo el recorrido, pues de haber estado concentrado durante toda el ascenso, de haber atacado y llegado a la cumbre, la mente y el cuerpo se relajan, pero las dificultades siguen ahí presentes. Los hombres y mujeres de montaña sabemos que es cuando se baja de la cumbre es cuando más accidentes ocurren, pues pensamos que se ha cumplido la tarea de llegar, y simplemente es la mitad del recorrido, y que la atención al entorno debe ser mayor. Ya cuando estamos en el llano, podemos celebrar plenamente todo el recorrido; pues el descenso es parte del recorrido de la montaña.
En evaluación, el temor a no equivocarse en las respuestas es parte de la tensión que se genera en una prueba de selección, el llegar con la convicción que las respuestas incorrectas ya no castigan el puntaje es algo que en sí es falso: una respuesta incorrecta es puntaje que pierdes, es como el descenso de la montaña sin saber dónde estás pisando, y al final el exceso de confianza puede llevar a rendir, de manera irresponsable, una prueba tan trascendental para algunos. En el fondo, les decía a los jóvenes, el pensar que no te descuente por respuestas erróneas, no hace que tengas un mejor puntaje, sino que, puede incluso ser mucho menor al esperado.
Quizá algunos colegas, expertos en evaluación, me digan que esto evita la angustia de los postulantes, pero ¿educa para la vida? Por ejemplo un médico o un enfermero, puede darse el gusto de equivocarse y decir "para el próximo paciente arreglo el error", pues creo que no, sería acusado de negligencia, cualquier profesional está atento a que pueden surgir emergencias que es necesario haberlas previsto; esto también debe darse en el proceso de evaluación.
Aquí también hay una formación responsable de la preparación consciente y consecuente de nuestros jóvenes, y hay que ser honestos con ellos: La eliminación del descuento de puntaje de las respuestas erróneas no elimina los errores que puedan cometer, todo lo contrario, los maquilla y, quizá, haga que surjan otros que ni siquiera teníamos contemplados.
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