Con motivo de la pandemia se han visto afectados una serie de derechos por motivos de seguridad y velar por la vida de los ciudadanos. Como personas, sujetos de derechos, tenemos que priorizar y velar por el bien común por sobre los intereses particulares. Lo que ha estado pasando por el tema de la libertad de culto para salvaguardar la vida de las personas ha sido un caso particularmente comentado (y en algunos casos se ha salido con declaraciones de vulneración de derechos), es razonable y esperable de nuestras autoridades de Iglesia, y representa el sentir de varios feligreses que sienten la necesidad de encontrarse sacramentalmente u en asamblea para dar culto a Dios. También es entendible y respetada dicha opinión. Se ha argumentado a razón de la celebración del culto que se cumplen con todas las medidas sanitarias para dichas actividades, doy pie a la buena fe de que así se ha hecho y cumplido, pero también he sido testigo de ciertas "restricciones mentales" que pasan
Una lectura creyente desde la educación