Frente a los temas de innovación y el uso de los recursos TICs sería buena idea leer este extracto de un documento de un sacerdote francés del siglo XIX, Jacques Rancière, que confrontaba la manera de enseñar de los sabios y eruditos docentes de la Francia Revolucionaria, que llevaba a los alumnos a repetir las experiencias y saberes adquiridos por los años, su libro "El Maestro Ignorante. Cinco Lecciones de Emancipación Intelectual". En su época causó gran revuelo, por lo adelantado de su percepción acerca de la enseñanza, y hoy, para nosotros, se nos ofrece nuevamente la posibilidad de cambiar este tipo de percepción. Este resumen está tomado del documento Fernando Trujillo: "La lotería o los consejos del maestro ignorante".
* El maestro ignorante no explica, enseña cómo aprender: el maestro ignorante no explica cómo usar herramientas, enseña cómo aprender a manejarlas
Puesto que el maestro ignora lo que enseña, ¿cómo podría explicar? Es otro el modelo que ofrece el maestro ignorante: lo que preocupa al maestro ignorante es que cada persona sea capaz de movilizar su inteligencia para aprender algo nuevo tal y como hizo con algún aprendizaje anterior: "El secreto del genio es el de la enseñanza universal: aprender, repetir, imitar, traducir, analizar, recomponer." Si algo sabe el maestro ignorante es cómo ha aprendido y esa es la clave para su desarrollo profesional - y también para la educación de sus estudiantes.
* El maestro ignorante entiende que los procedimientos están - como mínimo - en el mismo plano que los contenidos, y que ambos están por debajo de las actitudes.
La clave del aprendizaje es la voluntad pero, frente a un cierto discurso vacío de la "cultura del esfuerzo" que se está imponiendo en los medios, nuestra propuesta es promover las actitudes adecuadas para el aprendizaje a través de un diseño de tareas que promuevan la acción, la creatividad, la investigación y la socialización - y de las cuales hemos dado algunos ejemplos. En estas tareas, los contenidos están al servicio de "hacer cosas" - como ocurre también en el mundo real y no sólo en el espacio artificial del aula.
* El maestro ignorante es parte de un proyecto y de un equipo de docentes ignorantes.
Los "francotiradores educativos" no consiguen ganar ni batallas ni guerras: tenemos necesidad de equipos de trabajo comprometidos con un proyecto. Para ello, evidentemente, debe existir un proyecto debatido y negociado - ¿tiene tu centro un Proyecto de Educación Digital?¿habéis llegado a algún acuerdo respecto a la presencia de las tIC en la programación? -, lo cual supone compartir unas reglas de juego comunes para toda la comunidad educativa - claustro incluido, claro. En ese sentido, si eres parte del equipo directivo, ya conoces cuál es tu responsabilidad; o, por otro lado, si tu equipo directivo no parece estar concienciado, tu responsabilidad es ayudarlos a adquirir conciencia.
* El maestro ignorante sabe que su trabajo debe tener un doble impacto: sobre el estudiante y sobre su familia.
Aunque la relación fundamental en la escuela es entre los estudiantes - entre si - y los docentes, padres y madres son los primeros educadores y cualquier actuación educativa debe contar también con ellos. En realidad, los conceptos de escuela, escuela de padres y madres y escuela de adultos sólo tienen sentido pleno de manera interdependiente, como distintas fases de un único proceso de realización personal y social. Por eso el maestro ignorante promueve propuestas que cuentan con padres y madres para el desarrollo del currículo, como hacen en el CEIP San Walabonso cuando invitan a las madres y padres para representar un teatro navideño, preparar alimentos saludables en otoño u organizar talleres de coeducación. Quizás documentos como el contrato de aprendizaje nos puedan servir para obtener información y compromisos de las familias a partir de nuestra propia implicación.
* El maestro ignorante tiene interés por conocer otras experiencias y comparte las suyas.
Dado que el maestro ignorante admite su ignorancia como punto de partida de su desarrollo personal y profesional, el encuentro con otros compañeros y compañeras es fundamental para su desarrollo. Por ello, frente a modalidades formativas meramente "presenciales" - es decir, aquellas que sólo requieren su presencia para ser certificadas -, el maestro ignorante prefiere la interacción de los encuentros, las visitas a otros centros escolares o la participación en proyectos de creación de materiales o de investigación, por citar sólo algunas posibilidades. No podemos seguir siendo islas - tenemos que ser nodos y hacer crecer nuestro entorno de desarrollo profesional como una auténtica red de contactos e intercambios.
* El maestro ignorante entiende que el objetivo fundamental de la educación es la emancipación: el maestro ignorante busca emancipar a sus estudiantes para que ellos y sus familias emancipen a otras personas (a otros estudiantes, otras familias u otros miembros de la comunidad).
Pues sí: el objetivo no es la incorporación de las competencias básicas al currículo, ni el fomento del uso de las TIC. El objetivo de la educación es la constitución de una sociedad de hombres y mujeres libres, de personas autónomas y solidarias, que tengan el control sobre su propio aprendizaje, sobre su propio desarrollo, sobre su propia vida.
excelente!!!
ResponderBorrarmuchas gracias x este nuevo blog!